miércoles

Capítulo 3 Voces directas

 


Insistimos en que el fenómeno psicofónico suele ser breve, y por lo tanto su contenido es limitado. Fue necesario que surgieran otros fenómenos y que se desarrollaran aparatos diseñados especialmente para el pretendido contacto, para que la información obtenida ganara en calidad y cantidad, y así conocer las características del ‘mundo siguiente’, según el dictado de las voces.

Si el fenómeno de la voces psicofónicas es de por sí sorprendente, mucho más lo es el de las llamadas ‘voces directas’, que recoge este nombre del espiritismo, en alusión a un tipo de mediumnidad donde las voces no surgían del medium, sino que éste las provocaba en un punto cualquiera de la sala durante la sesión.

En la mayoría de los casos conocidos de voces directas de TCI, las palabras surgen directamente del altavoz de una radio o de un aparato electrónico especialmente construido. A veces son perfectamente inteligibles y el experimentador puede mantener una conversación. Otras veces, frases de varias palabras –poco frecuentes en las psicofonías- aportan información sobre diversos temas.

Veamos pues algunos ejemplos de esta pretendida comunicación con el Más Allá.

 

Las voces directas de Marcello Bacci

 

El italiano Marcello Bacci fue uno de los referentes más importantes de la experimentación de voces paranormales en su país. Como tantos otros, comenzó su andadura en la investigación psicofónica a través de conocer las experiencias de Friedrich Jürgenson, relatadas en su primer libro.

Bacci, que ya se había interesado por los diferentes fenómenos producidos en las sesiones mediumnicas, comenzó a experimentar sobre el fenómeno de las voces. Desde sus primeros intentos, aparecían palabras y frases en las grabaciones que él mismo reconoció como la de amigos ya fallecidos. Los buenos resultados motivaron a mantener un ritmo de experimentación en un pequeño ‘laboratorio psicofónico’ ubicado en su localidad de residencia: Grosseto.

Rodeado de algunos amigos y colaboradores habituales, Marcello Bacci registró miles de psicofonías, hasta que en la década de los 70 logró las primeras ‘voces directas’.

En el laboratorio de Bacci, las voces salían directamente de una antigua radio con el suficiente volumen como para ser comprendido por todos los presentes en la mayoría de las ocasiones. Y es que en la sesiones de Bacci se reúnen a veces docenas de personas entre investigadores, curiosos y madres en duelo ansiosas por escuchar las voces de sus hijos fallecidos.

El investigador italiano no utiliza ninguna tecnología sofisticada. Su radio sólo está conectada a la red eléctrica y a un cable que sirve de antena. Durante las sesiones, Bacci comienza a deslizar la sintonía de la radio de una punta a otra del dial hasta que –a requerimiento del italiano- surgen las voces paranormales por el altavoz de la radio. Y las voces siguen modulándose aun cuando se modifique la frecuencia de sintonía de la radio. E incluso cuando se le retiran válvulas… ¡y con la radio apagada! Permítanme que les cuente.

 

Un experimento increíble

 

Siempre lamentaré no haber asistido a Grosseto el 5 de diciembre de 2004. Por cuestiones laborales tuve que rechazar la invitación de mi amiga Anabela Cardoso –de quien hablaré más adelante por sus importantes resultados en voces directas- para asistir a una sesión de voces directas en el Centro Psicofónico de Grosseto.

Una vez más, Bacci realizaría una de sus sesiones de voces directas, pero esta vez, además del público que normalmente se reúne en la sala de experimentación, asistirían un buen número de investigadores llegados desde distintos puntos de Europa. Entre ellos el catedrático David Fontana, anterior presidente de la Society for Psychical Research de Londres, la más antigua asociación de investigación de fenómenos paranormales. A la sesión también asistían Mario Salvatore Festa, profesor de Física en la Universidad de Nápoles; Paolo Presi ingeniero aeronáutico, investigador de los fenómenos de Bacci desde hace muchos años) e investigador italiano especializado en TCI. Otras muchas personas completaban el aforo del local donde Bacci realiza sus sesiones, hasta sumar nada menos que 37 testigos que aquel día se reunieron en el local de Grosseto.

La sesión experimental comenzó cuando Marcello Bacci se sentó frente a su radio Nordmende, modelo Fidelio, un receptor de los años cincuenta. A la izquierda se sentó David Fontana y Anabela Cardoso se sentó inmediatamente detrás, de tal forma manera que podía ver directamente a la radio. Mario Festa se posicionó a la izquierda de Cardoso y Robin Foy (jefe de la conocida investigación de Scole en Reino Unido que también asistió a la sesión de Bacci) se sentó a la derecha del experimentador italiano. Paolo Presi se sentó a la izquierda de David Fontana y el técnico de radio Franco Santi se encontraba libre para moverse por toda la sala.

A las 19.10 horas Bacci comenzó la sesión. Como suele ser  habitual, empezó moviendo lentamente el botón de sintonía de su antigua radio en la banda de los 7 a los 9 megahertzios. Todos seguían con expectación el ruido entrecortado de las emisoras mientras giraba el mando de la sintonía. Bacci buscaba “un buen ruido blanco”. Esta operación duró unos 20 minutos hasta que el veterano experimentador italiano aseguró en voz alta que “los siento  van a venir”. Dejó quieto el mando de la radio y el ruido blanco dio paso a un sonido como el de una corriente de aire.

Luego se hizo un silencio y llegaron las primeras palabras fueron en italiano y castellano. Bacci, se dirigió a los interlocutores para decirles que podían hablar en portugués, inglés o español, ya que los investigadores que se encontraban en la sala dominaban esas lenguas. Entonces los comunicantes se dirigieron a David Fontana y Robin Foy en inglés y a Anabela Cardoso en español.

La sesión de Grosseto duró en torno a una hora. Y fue durante ese tiempo cuando las voces, que quedaron registradas en distintas grabadoras. Los investigadores reconocen en torno a media docena de voces distintas hablando en inglés, castellano e italiano. Algunas de ellas tenían la caridad propia de las voces normales, mientras que otras presentaban una sonoridad distinta o se expresaban con una semántica poco habitual, como suele ser frecuente en las voces paranormales.

Anabela Cardoso, David Fontana, Paolo Presi y Mario Festa elaboraron un informe publicado en el número 20 de Cuadernos de TCI, la publicación especializada en los fenómenos de Transcomunicación Instrumental con más prestigio en la actualidad. Los autores explican que durante la sesión “algunas veces la onda sonora portadora de las voces se distorsionaba pero no obstante, el significado de aproximadamente el 70 por ciento del discurso fue claro y directamente entendido por los observadores”.

Sorprendentemente, “las voces se refirieron a los presentes por sus nombres propios y se dirigieron al Dr. Fontana por su nombre y apellido (‘David Fontana’ posiblemente para diferenciarle de David Pagnotta que se encontraba presente en la sala) y después añadieron ‘Ciao David’. Bacci fue llamado muchas veces por ‘Marcello’ o ‘Bacci’. Todos los nombres fueron pronunciados claramente y fueron fácilmente reconocidos por todos. Algunas veces las voces contestaron a preguntas en una lengua distinta de la usada por el interrogador, y algunas veces cambiaron asimismo el idioma en el curso de sus respuestas. No todas las preguntas fueron contestadas y algunas de ellas lo fueron solamente después de una pausa”.

 

La radio que funciona sin válvulas

Una radio sin válvulas no puede funcionar. La media docena de ‘lámparas’ que posee la radio de Bacci cumplen una función específica. Y si bien es cierto que alguna de ellas influye más que otra en el correcto funcionamiento del receptor, lo cierto es que dentro del experimento que los observadores llevaron a cabo en la sala de sesiones de Grosseto, las voces continuaron manifestándose aun cuando les faltaba estas piezas fundamentales del receptor. Y esto es técnicamente imposible. Mucho más cuando el italiano apagó la radio, y continuaron las voces.

El informe redactado por los cuatro investigadores califica a  este hecho como “el que marca este experimento como de importancia histórica no solamente en el campo de la investigación en TCI sino también en el área de la investigación de fenómenos psíquicos en general”.

Pero para comprender la importancia de este experimento, es necesario remontarnos dos años atrás, cuando Mario Festa y Franco Santi retiraron dos válvulas de la radio de Bacci, hecho que no interrumpió la comunicación. A pesar de que se descartó la posibilidad de un fraude a través de una manipulación de la radio, en aquella ocasión algunos críticos sugirieron que la radio podía seguir funcionando a pesar de que le faltaban estas dos piezas importantes.

En el experimento de diciembre de 2004, los resultados fueron aun más sorprendentes. Casi al final de la sesión, con el permiso de Marcello Bacci, se decidió que se retirarían todas las válvulas durante la recepción de las voces anómalas. “Así, aproximadamente una hora después del comienzo de las voces y mientras ellas continuaban, el técnico de Radio Franco Santi se inclinó sobre el banco de trabajo y extrajo cuatro válvulas y después de una pequeña pausa por motivo de que el cristal de la quinta estaba demasiado caliente para agarrar, retiró la quinta y última válvula. Las cinco válvulas, ECC85, ECH81 (las dos válvulas retiradas en el experimento de 2002), EF89 (que cumple la función de amplificador de frecuencia intermedia), EABC80 (el detector de AM/FM y amplificador de baja frecuencia), y EL84 (el amplificador de potencia final) se pudieron ver fuera de la radio y fueron colocadas a la vista de todos sobre el banco de trabajo. No obstante la ausencia de las válvulas, las voces continuaron con el mismo volumen y claridad de antes”.

Pero aun había más. “Cuando las voces hicieron una pausa, Marcello Bacci, sin previo aviso y cediendo obviamente a un impulso del momento, desconectó la radio y la luz que alumbra el dial desapareció. Luego de 11 segundos de silencio (los tiempos indicados en este documento fueron cronometrados de la cinta grabada durante el experimento) los observadores pudieron escuchar silbidos modulados (sonidos similares a latigazos) y el sonido que habitualmente precede la recepción de las voces paranormales de Bacci, el cual es semejante a un vórtice de aire. La voz del invisible comunicador, entrecortada de silbos, recomenzó 21 segundos después de la radio desconectada y continuó durante 23 segundos (cronometrados de la cinta) con la misma calidad acústica que se escuchara anteriormente, quizá algo más lenta pero con la misma claridad. Cuando el discurso terminó, los silbidos permanecieron por 6 segundos más mientras el vórtice que se escuchó al final de la última frase se tornó menos intenso y desapareció al cabo de 12 segundos. Aun así, el contacto no parecía haber terminado pues 53 segundos más tarde se pudo escuchar de nuevo el vórtice y al mismo tiempo una voz masculina muy débil que parecía producirse en él y comentar la frase que Mario Festa acababa de pronunciar ‘Siete grandi!’ (¡Sois grandes!). El fenómeno duró 2 minutos y 20 segundos después de que la radio fue apagada”, según se puede leer en el informe.

“La última parte del experimento no fue planeada y provocó gran sorpresa por parte de los observadores. En las tres etapas del experimento (radio conectada con las válvulas en su posición normal, radio conectada con las válvulas retiradas, y radio desconectada con las válvulas sacadas) las voces salían inequívocamente del altavoz de la radio, manteniendo la misma claridad y el mismo volumen después que el aparato fue desconectado. Se volvió a encender la radio durante un breve periodo pero no se oyeron más voces y se concluyó el experimento”. Franco Santi colocó la radio de modo que los presentes pudieran ver que se encontraba sin las necesarias válvulas, siendo este hecho además fotografiado y filmado en vídeo.

El informe concluye que “en opinión de los autores de este informe y de todos los otros bien informados observadores presentes, este experimento es de crucial importancia en la historia de la investigación psíquica porque la persistencia de la recepción de las voces en la ausencia de las válvulas y durante el periodo cuando la radio estaba desconectada concluyentemente descarta cualquier posibilidad de fraude o de emisiones de radio perdidas”.

 

Un ingeniero testifica a favor de Bacci

 

Uno de los mayores estudiosos de las voces paranormales obtenidas por Bacci, fue el ingeniero Carlo Trajna, de Florencia, quien analizó desde un punto de vista técnico las voces obtenidas en Grosseto. Respecto a las sesiones realizadas en el laboratorio psicofónico de Bacci, Trajna concluye:

 

Durante las sesiones estaban presentes, a veces, expertos en radiotécnica y ninguno de ellos encontró una explicación normal. Textos que entraban en código Morse (!) y que fueron descifrados por diversos entendidos, revelaron los mismos contenidos y las mismas expresiones lingüísticas que los mensajes paranormales verbales: ¡Solo eso ya basta para comprobar la legitimidad de los fenómenos! Estos aparentan estar localizados en el radiorreceptor, de donde las voces surgen directamente del altavoz, normalmente con tal volumen que pueden ser inmediatamente audibles por los presentes. Hasta mismo los grabadores de cinta, que registran normalmente los     fenómenos acústicos paranormales que surgen del altavoz y, al mismo tiempo, registran los eventuales ruidos ambientales, sean de tipo normal o, a veces, de señales de golpes que se manifiestan en el laboratorio.

 

Las voces registradas en el laboratorio de Bacci, difieren en varios aspectos de las psicofonías clásicas. Por una parte, se manifiestan directamente en el altavoz, incluso interrumpiendo o superponiéndose a las voces de los presentes.

Por otra parte, la duración de estas voces y sonidos se prolonga por tiempos mucho mayores que las voces en cinta magnética. Para quienes estén familiarizados con el fenómeno psicofónico, conocerán sobradamente que éste se manifiesta por breves espacios de tiempo, registrándose en el mejor de los casos tres o cuatro palabras. Las voces de Bacci, al igual que otras obtenidas de forma directa por otros investigadores, se prolongan a veces por varios minutos, llegando en algunas ocasiones a la media hora de duración.

Otra de las características que las distingue de las psicofonías, es que interactúa con los presentes; estableciéndose diálogos entre las voces y los participantes, característica muy poco frecuente en el fenómeno psicofónico.

 

El contenido de las voces

En tres décadas de paciente y constante experimentación que tanto Marcello Bacci como algunos de sus más asiduos colaboradores están llevando a cabo en el Laboratorio de Grosseto; el contenido de las voces que han registrado resulta muy variopinto.

Carlo Trajna, en sus diez años de observación de los fenómenos de Grosseto, identifica a seis o siete personajes habituales entre las voces; especialmente la femenina -que responde al nombre de Cordula- y a la masculina conocida entre los habituales del laboratorio como “Saggio”(el sabio).

Las voces de Marcello Bacci aseguran -entre otras cosas- que “...han entrado en contacto con los investigadores de Grosseto deliberadamente...”, por lo que Bacci y sus compañeros de pesquisa están convencidos de que las voces que captan en sus receptores provienen del Más Allá; y que son capaces de ver y oír todo lo que acontece en el laboratorio, así como leer las mentes de los allí presentes.

Este sería el contexto donde se producen los fenómenos de Grosseto, o por lo menos así lo ha entendido su principal protagonista -Marcello Bacci- , tal como lo refleja en su obra ‘Il mistero delle voci dall’aldila’, que incluye además una cinta magnetofónica con un resumen de las voces captadas por el autor.

Los ‘comunicantes’ de las experiencias de Grosseto, al igual que en otras experiencias psicofónicas que ya hemos tratado, hablan en diferentes idiomas, incluso entremezclando palabras de una misma frase. En el citado libro de Bacci, este recoge algunas de estas voces políglotas, como por ejemplo la siguiente:

         “...Cordula, vicino a Bacci, conosci. Good, serena Simonetta, very good Simonetta... I morti dico, speak..”

Bacci y sus colaboradores fueron los primeros en lograr las voces directas, pero no los únicos. Otras voces recogidas por diferentes experimentadores parecen avalar los fenómenos de Grosseto, que aun hoy en día se siguen sucediendo.

 

Las frecuencias de contacto

 El Ingeniero Carlo Trajna ha experimentado por su cuenta sobre el fenómeno de las voces directas, obteniendo también resultados. A consecuencia de sus pesquisas, ha recopilado una serie de frecuencias de radio donde se han registrado voces paranormales.

Estas son algunas de las frecuencias recogidas por Trajna, para receptores de BLU (Banda Lateral Única): 5,107 - 5,502 - 5,550 -5,610 - 5,616 - 5,658 - 5,670 - 6,525 - 6,577 - 6,586 - 7,720 - 8,837 -8,846 - 8,864 - 8,879 - 8,891 - 8,894 - 8,903 - 8,930 - 8,936 - 8,942 -8,949 - 8,970 - 8,971 - 8,977 - 8,992 - 9,003 - 10,027 - 10,069 -11,176 - 11,206 - 11,285 - 11,300 - 11,306 - 11,309 - 11,396 - 13,291 -13,610 - 17,916; todas las frecuencias en MHz.

 

Contacto en Luxemburgo

 El matrimonio formado por Maggy y Jules Harsch-Fischbach es el más famoso en el mundillo de la Transcomunicación Instrumental. Los resultados que presentan como prueba de sus contactos son significativamente impresionantes, difícilmente alcanzados por otros investigadores.

Maggy trabaja como profesora y Jules como funcionario en un ministerio en Luxemburgo. Desde mediados de los años ochenta, este matrimonio comenzó a experimentar sobre la obtención de voces en cinta magnética, tal como lo hacían numerosas ya en aquel entonces. De naturaleza muy activa, los Harsch-Fischbach asistían a reuniones y congresos que se realizaban en torno a esta temática, tomando contacto con otras personas que tenían intereses afines a fin de formar grupos de trabajo.

Ya en 1985 sus grabaciones de voces eran sorprendentemente claras y ellos mismos aseguraban estar impresionados por los resultados que día a día iban mejorando. El matrimonio afirmaba -al igual que muchos otros investigadores de todo el mundo- haber captado voces de amigos, familiares y conocidos ya fallecidos a través de las grabaciones en cinta magnética. A medida que sus “contactos” iban mejorando, una voz que se identificó como Konstantin Raudive –el pionero de las voces psicotónicas- empezó a ser más frecuente y concisa, dejando mensajes grabados con una claridad y extensión inusual.

Los supuestos contactos del matrimonio Jules y Maggy Harsch-Fischbach, no tienen comparación con las clásicas psicofonías registradas en cinta magnética. Sin embargo, y aunque los excelentes resultados obtenidos han levantado no pocas suspicacias, estos han sido corroborados por numerosas personas ajenas al grupo de trabajo y que se han convencido de la realidad de los fenómenos que allí se producen. Es el caso de Ernst Senkowski o el sacerdote católico Françoise Brune, tal como lo describe en su libro ‘Los muertos nos hablan’.

A las primeras voces recibidas, le siguieron otras más fugaces, hasta que en el verano de 1986 surgió una, con matices totalmente metálicos, “como de ordenador”, que el matrimonio Harsch-Firschbach identificó en un principio como un ‘técnico’.

 

El técnico

Según el testimonio del matrimonio, la voz de el ‘técnico’ comenzó, poco a poco, a darles algunas directrices sobre como debían organizar sus aparatos para una mejor recepción de las voces, tanto la suya como otras que surgían en la radio del Jules y Maggy.

El desconocido interlocutor sorprendía al matrimonio por sus amplios conocimientos de distintas disciplinas como ser física, matemáticas, astronomía, ciencias naturales, electrotecnia, historia y una impresionante capacidad para expresarse en multitud de idiomas; además de una memoria digna de un ordenador.

Sin embargo, su propia voz habría definido detalles sobre su propia identidad:

 No soy hombre, nunca estuve encarnado - no soy ni nunca fui animal - no soy energía ni una entidad de luz - fui y soy un ser sobrehumano ligado al planeta Tierra.”

De este supuesto ser recibieron además precisas indicaciones para poder construir dos complejas instalaciones con las que perfeccionarían aun más sus conversaciones. La primera de ellas es la llamada Eurosignalbrucke “ESB” (Europuente de señales), y más adelante la Gegensprechanlage “GA 1” (Instalación de retrocomunicación), la cual proporcionaría "mensajes" de mejor calidad y mucho mas extensos; e incluso diálogos sintonizado en el canal 21 de UHF, un generador de campos (diseñado por Hans Otto König, del que hablaremos en el capítulo siguiente), un filtro, dos lámparas ultravioleta de 366 mm otra militar, y un micrófono conectado a una grabadora que recogerá y grabará las voces. Según el matrimonio las voces surgen alternándose entre los dos receptores o a veces por el propio televisor.

 El GA 1 está reproducido en la figura y como vemos tiene menos componentes, con la salvedad de que algunos de ellos son construidos específicamente para el conjunto, como el generador de frecuencias de 25 a 30 Mhz o las antenas.

Algunos años después de sus primeros contactos, el matrimonio Harsch-Fischbach construyó otros equipos para mejorar su contacto, siempre guiándose por las indicaciones de sus interlocutores del "más allá". Así nació el ‘Puente de Burton’, que en su primera versión constaba de una ingente cantidad de equipos de radio, televisión, altavoces y las habituales luces ultravioletas. A estos aparatos se sumaban una videocámara, un teléfono con contestador, una bola de cristal y un antiguo ordenador con procesador 8088.

Posteriormente, el ‘Puente de Burton’ fue modificado, sustituyendo y agregándo nuevos aparatos, entre los que se incluía un ordenador 486, otro teléfono y un fax.

Para estos dos sistemas de captación de voces se cumple algo que ya hemos señalado en páginas anteriores y es que este tipo de instalaciones carecen de interpretaciones lógicas. El lector versado en temas electrónicos comprobará que -al menos en teoría- algunos de los componentes y su distribución en el conjunto no tienen ningún significado dentro de la ortodoxia técnica. Pero aun veremos otros dispositivos que tampoco poseen una estructura lógica, sin embargo -y siempre según sus propios constructores- tienen un significado práctico que se traduce en resultados.

 

Algunas ‘comunicaciones’ del Técnico

 

Para que el lector se oriente sobre la magnitud de estas curiosas instalaciones, y a modo de ejemplo de los “mensajes” que dice haber recibido el matrimonio Harsch-Fischbach, reproducimos aquí algunos de ellos:

 

“Para poder conseguir, eventualmente, este tipo de contactos a través de radiorreceptores, será preciso cultivar intensamente las recepciones regulares a través del micrófono. Sin esto, los diversos grupos de nuestro lado no conseguirán ajustarse a la voz humana”

 

“Mi intento de llegar a Uds puede ser comparada con la de un piloto que desea posar su avión en una pequeña isla, justamente en este día y en esta hora. Es un aterrizaje muy difícil, pero lo consigue”.

 

“Las vibraciones de este micrófono, en combinación con las ondas cerebrales del respectivo usuario, generan frecuencias que llegan hasta nosotros....”

 

         Respecto al estado emocional del experimentador, el “Técnico” argumenta:

 

“Los sentimientos exagerados, distorsionan el esquema oscilatorio: como por ejemplo la compasión exagerada, la euforia, excesiva tristeza, alegría o miedo exagerado... Conviene conservar el máximo equilibrio interno.”

 

“Ustedes pueden decirle a los interesados en la transcomunicación que es bueno colocar algún tipo de medidor durante sus grabaciones,  un metrónomo o cualquier aparato rítmico... Un despertador ruidoso también sirve como aparato rítmico.”

 

Una experiencia internacional de Transcomunicación

 

El día 22 de abril de 1987, Ernst Senkowski, catedrático de Física en la Universidad de Mainz y uno de los más preclaros estudiosos de los fenómenos que nos ocupan, recibió una llamada telefónica de Georges W. Meek, en aquel entonces director de investigaciones de la Metascience Foundation, de quien hablaremos en el próximo capítulo. El motivo de su llamada fue poner en conocimiento de Senkowski que un grupo del Más Allá había contactado con la medium Patty Ann y que pretendían realizar una experiencia de transcomunicación en los días siguientes. Según habría recibido la medium, la comunicación podía a intentarse en tres horarios diferentes: 10, 13, o 18:30 horas; e iba dirigida a el complejo que el matrimonio Harsch-Firschbach poseía en Luxemburgo.

Puesto en conocimiento del experimento el matrimonio de Luxemburgo, el día 23 a las 18:30 horas ambas instalaciones fueron puestas en funcionamiento con el fin de intentar recibir la pretendida comunicación.

Luego de las preparaciones preliminares, y por espacio de tres minutos, comenzó a oirse una voz a través del GA 1 que tras un “Good Afternoon” como saludo, se identificó como Nelson D. Rockefeller. A partir de aquí se inicio un breve dialogo entre Maggy Harsch y Rockefeller, donde a través de frases cortas hizo alusión a George Meek, Ernst Senkowski y Patt Ann.

A continuación habló el ‘técnico’, confirmando la intervención del anterior interlocutor.

Al respecto de este experimento, Ernst Senkowski escribió lo siguiente:

 

“Es evidente para cualquier iniciado, que este experimento en el cual dos grupos de transcomunicación ... colaboraron en planos más elevados con dos grupos terrenos (con el canal telepático Patty Ann de la Metascience Foundation en Franklin/EUA y con el canal técnico-mediumnico C.E.T.L. de Luxemburgo), representa una primera confirmación documentada de las potencialidades y realidades transcomunicativas...”[1]

 

El retorno de los pioneros

 

Tal como hemos visto en páginas anteriores, uno de los pioneros en la investigación y divulgación de las psicofonías -el letón Konstantin Raudive- habría contactado con el matrimonio Harsch-Firschbach a través de sus aparatos. También Friedrich Jürgenson, primer divulgador del fenómeno surgió entre las voces a tan solo ocho días de su fallecimiento.

A mediados de octubre de 1987, se encontraba además del matrimonio de Luxemburgo, el investigador Ralf Determeyer, quien ya había estado presente en otras sesiones de contacto con el “Técnico”. En esa ocasión Determeyer estaba consultando con su interlocutor los pormenores de un congreso que se organizaría en fechas próximas, cuando surgió la voz de Raudive diciendo:

 

Queridos amigos, querido colega Determeyer. Solo quiero decirles rápidamente que Friedrich Jürgenson llegó bien a nuestro plano. Luego él se comunicará a través de la estación Luxemburgo. Tanto Friedel como yo quedaríamos si pudieran hacer una rápida llamada al compañero Senkowski, para transmitirle esta noticia..”

        

Una voz que se identificó como el propio Jürgenson participó seguidamente de la conversación susurrando lo siguiente:

 

“¡Buenas tardes amigos mios! Aquí habla Friedrich Jürgenson. Gracias por su presencia. Naturalmente aquí se trata de otro tipo de conexión, de una especie de radar que nuestros amigos de aquí construyeron. Es una gran alegría para mi poder comunicarme hoy...”

 

Jules y Maggy Harsch-Firschbach aseguran seguir contactando con Raudive, Jürgenson y otros pioneros en el estudio de las voces.

Asimismo otros investigadores de otros países aseguran contactar también con estos personajes. Así, Sonia Rinaldi de Brasil, el sueco Nils Olaf Jacobson o Marc Macy de los Estados Unidos -entre otros- aseguran haber recibido mensajes y llamadas telefónicas de Konstantin Raudive años después de su fallecimiento, donde les hablaba en sus respectivos idiomas.

 

La ‘Estación’ de Homes/Malkhoff

 

Otro de los referentes en la Transcomunicación Instrumental, es sin duda el grupo formado en la ciudad alemana de Trier, y que sigue el patrón de comunicación que el grupo de Luxemburgo.

El grupo se formó cuando Adolf Homes –ya fallecido- publicó un anuncio en un periódico, donde buscaba personas interesadas en la experimentación de voces en cinta magnética. Al peculiar anuncio respondió Friedrich Malkhoff, y desde ese momento se pusieron a trabajar juntos en la investigación. Ambos habían experimentado sobre el fenómeno de las voces con anterioridad, sin embargo cuando comenzaron a realizar grabaciones conjuntamente, los resultados mejoraron considerablemente. Desde que comenzaron su andadura en 1988, sus esfuerzos se centraron en conseguir la voz de la madre de Homes, la cual había fallecido en 1935. Pocos meses después, consiguieron algunas voces femeninas que decían cosas como “Os saludo”, o “Os estoy llamando”.

Ambos investigadores experimentaron con varios métodos de grabación, llegando a la conclusión de que era mucho más importante la predisposición de los investigadores que el propio equipamiento técnico.

En el mes de octubre de ese mismo año llegó al conocimiento de ambos las experiencias alcanzadas por el grupo de Luxemburgo, e inmediatamente construyeron un equipo con una configuración similar a al GA-1.

A principios del siguiente año, comenzaron a recibir algunas voces a través de su nuevo equipo, entre ellas una que les decía: ”... En cuanto tengan ese gran equipo, nos empeñaremos en la Transcomunicación...”

En abril de 1989, los interlocutores de Homes y Malkhoff se identificaban como Thomas, Swejen Salter, Wernher Von Braun y un tal Seth, del quinto plano (?). A partir de entonces, los “contactos” comenzaron a producirse primero por teléfono, y luego por ordenador, pasando luego al video y TV. 

Las voces directas provenientes del presunto mundo donde viven los muertos también se consiguieron a través de aparatos especialmente construidos, algunos con resultados satisfactorios, mientras que otros quedaron en simples proyectos. Y en algunos casos, los esquemas fueron ‘revelados’ a sus constructores por los presuntos comunicadores. Es el tema que abordaremos a continuación.


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